lunes, 25 de julio de 2011

Canción para el club de los muertos que respiran.

Caminemos sin importar a donde vamos,
tomame de la mano como cuando me querías y
no eramos victimas de la resignación.

finjamos que nos conocemos las pestañas, los dedos,
los labios, los pezones, la nariz, los ojos, las nalgas y el alma.


Platiquemos lo que los muertos hablan,
soñemos lo que los vivos desean sin la necesidad
de contárnoslo en la mañana.

Leamos solo para ignorar nuestra presencia,
escribamos mensajes sin destinatario aparente,
tomemos del mismo vaso pero con reserva de
no tocar lo que nuestros labios ya han tocado.

Guardemos las maldiciones entre los dientes,
las sospechas en los bolsillos y la mentira como
un as bajo la manga.

Cantemos pues canciones para el club de los
muertos que respiran.