domingo, 22 de noviembre de 2009

Noviembre

Desearía que estuvieras aquí, para no tener que decirte ausencia, llamarte por tu nombre y reconocerte por tu voz.

Desearía que estuvieras aquí, para decirte que la ausencia es un cáncer que se come mi intestino, duerme en mis pulmones, sube por mis venas, inflama el alma y hace vomitar el corazón.

Desearía que estuvieras aquí, frente a mi, como una dulce aparición, como luz solar entrando por la ventana, como dios entrando en casa.


Desearía que el deseo no fuera una llamada del alma que exige la parte que a perdido, antes de empezar a comerce asi misma en un acto de canibalismo.

Desearía no desear.